PRODUCCIÓN DEL BIOCHAR

El proceso de hacer BIOCHAR se llama carbonización. En el proceso el 50% del carbono disponible en la biomasa termina en el BIOCHAR y el 50% restante en el gas de síntesis. Dependiendo de la construcción de la máquina de BIOCHAR, el gas de síntesis generalmente se usa para producir calor, electricidad o bio-aceite. La carbonización establece demandas relativamente bajas en la biomasa, lo que hace posible utilizar biomasa que tiene pocos otros usos. Ejemplos de biomasas adecuadas son los desechos agrícolas de podas, de parques, las cáscaras de grano y las cáscaras de nueces. Hoy en día, el mercado ofrece una gama de diferentes máquinas de BIOCHAR para la producción industrial, pero el BIOCHAR se puede hacer fácilmente a pequeña escala por el agricultor, por ejemplo, en un Kon-tiki.

La gran ventaja del BIOCHAR es que se adapta muy bien en cualquier sistema productivo agrícola-forestal-jardinería y hay que personalizar las fuentes de biomasa y su composición final para encontrar la solución óptima de impacto y coste para producir BIOCHAR y calor / electricidad. El BIOCHAR, gracias a su estructura estable, se puede utilizar en varias aplicaciones y, por último, crear un sumidero de carbono para contrarrestar el cambio climático.

Hay que promover que cada gran organización sea capaz de crearse su propio biochar al menor coste posible a partir de sus residuos vegetales y que esto se convierta en un proceso más en su actividad productiva y para esto necesita un estudio personalizado de fuentes y logística, realizar los test necesarios para encontrar la solución óptima de composición de biochar para su cultivo y suelo.